En el momento en el que nos encontremos ante otra persona o un grupo de personas que necesiten nuestra ayuda es esencial fomentar un buen comienzo y otra serie de características que deben darse en la orientación.
A través de la técnica del espejo se devuelve al otro los sentimientos que transmite. Pero no sólo los sentimientos, sino que se devuelve lo que escuchamos e interpretamos para saber si realmente estamos cogiendo la información de manera correcta. Nos sirve para ver dónde está o no la satisfacción o el malestar.
Es interesante ya que al devolver a la persona aquello que hemos percibido o nos ha dicho ella misma empieza a darse cuenta de la realidad de sus palabras, empieza a tomar conciencia de qué estamos hablando realmente y si de ello es o no aquello que le dificulta su desarrollo personal, profesional,... Ocurre que a veces no somos conscientes de lo que nos acontece, de lo que realmente pensamos, de si estamos equivocados o en lo cierto,... hasta que oímos de otra persona lo que estamos diciendo o queremos decir.
Esta técnica puede ser característica del Counseling o el Coaching, pero no debe utilizarse solo en un modelo de orientación u otro, sino que en mi opinión debemos tenerlo en cuenta en cualquier intervención, ya que es difícil solucionar una dificultad si nos estamos equivocando de problema y, por tanto, de objetivo.
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