Me he sentido bastante identificada en la lectura del dos, aunque leyendo otros números, me he sentido identificada con el cuatro, aunque entre mis puntuaciones no se encontrara alta. El número cuatro, que corresponde casualmente a la triada del sentimiento que comparte con el dos y el tres.
Mi personalidad destaca por ser una persona preocupada, orientada a los demás, por ser también comprensiva, sincera y bondadosa. En el obstáculo surge el orgullo, autoengaño, tendencia a meterme en la vida de los demás y a manipular las necesidades emocionales. Esta última parte no me gustó mucho reconocerla que era cierta, y lo curioso es, que cuando avancé en mi lectura, descubro que esto también eso forma parte de mi personalidad, porque siempre prefiero ver todo como positivo y luminoso.
Reconozco que soy un dos puro. Sin embargo, jamás pensé que mi personalidad tendría un número, más bien siempre he pensado que ese afán de ayuda característico de esta personalidad era fruto de una baja autoestima más que algo que formara parte de mi misma. Es curioso, normalmente desde pequeña, he buscado un lugar en los afectos de los demás, con intención de recibir cariño. En ocasiones he priorizado estas necesidades a mis estudios, por ejemplo, y me ha frustrado porque me he dado cuenta que no he sabido controlarlo en su justa medida.
Por otra parte, me siento muy identificada cuando dice aquello que quiero ser amigo de todo el mundo. Considero que me alimento de la energía de los demás, y si no siento la aprobación del resto, me siento muy insegura. También a veces siento que tengo algo de ocho, a veces llevo una coraza como si me preparase a la lucha, anticipando posibles problemas que pueden llegar después.
También me he visto reflejada cuando describe que a pesar de esa aparente necesidad del resto, al relacionarme lo suelo hacer con pocas personas, y suelo ser muy selectiva a la hora de abrir mi persona. Cuando era más pequeña recuerdo que intentaba ser siempre el número uno de mis amigos, el confidente más íntimo tal y como dice el Enagrama. Considero que por diferentes experiencias esto no es tan acusado, pero es cierto que tengo cierta tendencia a querer ayudar al que lo necesite con mis consejos o reflexiones, y agradezco cuando recurren a mí a contarme un problema. La verdad es que nunca pensé que mi forma de actuar podría tener la explicación en un tipo de personalidad.
En cuanto a las alas, del grupo I elegí el B, y del grupo II elegí la Y. Lo que indica un cuatro. Que es justo con el número del cual también me siento bastante identificada aunque en realidad puede ser bastante contrario puesto que éste número se caracteriza por su individualismo. Y lo cierto, es que me gusta moverme en silencio, no me gusta llamar mucho la atención, observando siempre lo que me rodea, puede que sea por la sombra del ocho...
Tendré que seguir investigando...
