manoabierta2011
 
  Katy
  => El eneagrama: Conociéndome un poco más...
  => Comepetencias de un orientador
  => Dinámicas de Roll - playing
  => Reflexión sobre la entrevista
  => ¿Qué es orientar?
  => Los modelos de orientación
  => La sociedad actual "Y" la escuela
  => Reflexión Final...
  Silvia
  Isabel
  Berta
  Beatriz López-Tola
  Grupo "MANO ABIERTA"
El eneagrama: Conociéndome un poco más...
 




 

Es difícil encontrar un instrumento que no encasille a las personas en un solo prototipo, como si fuese una pieza que sólo encaja en un único lugar, uniforme, sin particularidades.

Pero gracias al Enagrama podemos llegar a conocernos mejor, digo conocernos mejor y no encasillarnos, pues no es su objetivo. Es un instrumento que ofrece la posibilidad de ir más allá de las diferencias superficiales que los separan encontrando así un plano totalmente nuevo de humanidad común. Nos aporta muchas percepciones valiosas, pero de ninguna manera nos dice todo acerca de la persona. El eneagrama nos invita a profundizar en el misterio de nuestra verdadera identidad. Su finalidad es iniciar un proceso de exploración que nos lleve a una

verdad más profunda acerca de nosotros mismos y de nuestro lugar en el mundo. Pero si lo usamos simplemente para mejorar nuestra propia imagen detendremos el proceso de desvelar (o recuperar, en realidad) nuestra verdadera naturaleza. Si bien conocer nuestro tipo nos da información importante, esa información es sólo un punto de partida para un viaje mucho mas grandioso. En resumen, saber a qué tipo pertenecemos no es el destino final.

Por otro lado me parece una ventaja importante, de cara a mi futuro profesional, el que se pueda utilizar para cualquier tipo de cultura, nacionalidad... ya que me gusta la multiculturalidad pues creo que si ya mucho podemos aprender de nuestra cultura, son incontables las cosas que podemos aprender con diversas culturas. Me atrae, sobretodo, porque el conocer nuevas formas de afrontar y ver la vida hace que me plantee diversos aspectos de la mía y adquiera ciertas actitudes que considero positivas en mi personalidad.

 

Como dijo Spinoza: “No llores, no te indignes, comprende”


 

Y como se comento en clase: Cuando uno conoce o comprende de dónde nacen tales reacciones, no habrá necesidad de indignarse. Quedarte en la reacción que te produce sólo logra que encasilles.


 

Al realizar el “Identificador de Tipo según actitudes” la puntuación más alta la obtuve en el tipo 2: Ayudador. Pero siguiendo un orden decreciente, también puntué alto en el 9 (pacificador) , 1 (reformador), 7 (desafiador) y 8 (entusiasta).


 

He de decir que al leer el concepto de cada uno de ellos, hay aspectos con los que me identifico muchísimo, pero otros con los que menos.


 

Siguiendo con el Eneagrama, en el Cuestionario TRIE Riso-Hudson


 

Grupo 1: Respuesta A

Grupo 2: Respuesta X


 

Según este cuestionario mi tipo sería AX, con características principales de entusiasta. Realmente lo he tenido claro al escoger los párrafos, aunque algunos aspectos de otros también me llamaban la atención, el mensaje de los que he elegido son con los que más me identifico.


 

Hay otro aspecto del eneagrama que me gustaría mencionar y es sobre los mensajes inconscientes recibidos en la infancia. Al leerlos y relacionarlo con los tipos de personalidad que más he puntuado he entendido ciertas cosas.


 

Tipo Uno: «No está bien cometer errores».

Mi madre siempre ha sido muy perfeccionista y desde pequeña siempre ha intentado que “triunfe” en la vida haciendo, como ella decía, las cosas bien. Yo no soy partidaria de esta postura, pues creo que gran parte de nuestra personalidad se ha formado en función de nuestros grandes errores y grandes aciertos, nuestra experiencia juega un papel importante en la consolidación de nuestras conductas, por ello creo que los errores son necesarios. Aunque muchas cosas se aprendan por la experiencia de otros.


 

Tipo Dos: «No está bien tener necesidades». De pequeña todas mis necesidades fueron cubiertas casi al máximo, pero con el tiempo y ciertas circunstancias esto cambió. Entonces tuve que prescindir de muchas cosas y cuando ya me hice mayor me di cuenta que no es que no este bien tener necesidades, porque todos las tenemos, sino que no todas se podían atender, por lo tanto había que prescindir de algunas de ellas. Lo cual creo que me ha hecho ser como soy, me he dado cuenta que a influido en mi para saber valorarlas y que cuando detecto que alguien tiene ciertas necesidades, de afecto o de cualquier tipo; siento la necesita de hacer algo para poder subsanarlo.


 


 

Tipo Siete: «No está bien depender de alguien para nada». Hubo una época en mi vida en la que tuve que aprendí a valerme por mi misma. No hablo de ser autosuficiente, porque era pequeña y dependía en mcuhas cosas de personas que me alimente y demás, sino de no necesitar ciertas cosas que otras niñas de mi edad necesitaban. Esto me hizo madurar muy rápido,y de esta manera no aferrarme a “mayores” a un puedes hacerlo, deber hacerlo así... aprendía a solucionar mis problemas, a tomar decisiones, a depender de mí pues no había otra alternativa y me hice más fuerte, por ello creo que ciertos problemas que a otra gente la hunden a mi quizás no o si me duele, logro salir rápido de ello, o enfocarlo de otra manera.


 

Tipo Ocho: «No está bien ser vulnerable ni confiar en alguien». Siempre he sido una persona de darlo todo, de confiar y pensar que la gente no puede hacer de corazón cosas con maldad. Siempre he creído eso porque yo no era capaz de hacerlo y quizás era un poco egocéntrica porque estaba mirando por mis ojos, por mi realidad y mi manera de afrontar las cosas. Pero no todas las personas tienen mi realidad y no todo el mundo actúa de una misma manera ante una misma situación.

Con la experiencia aprendí (con los”palos” que uno se lleva en la vida) que las personas pueden fallar, que ya es difícil conocer como reaccionaríamos ante situaciones que nunca hemos vivido, más difícil es creer que una persona va a actuar de determinada manera. Aunque sigo siendo confiada, es cierto que he aprendido a sobrellevar el que una persona falle.


 

Tipo Nueve: «No está bien hacerse valer». No es que este del todod e acuerdo cone sta expresión, al contrario, creo que es importante que la gente valore a las personas, porque las personas son valiosas. Sin embargo nunca he querido sobresalir, siempre he pensado que lo que vale esta por dentro, en nuestra persona. De acuerdo con esto creo que una persona no vale por lo que lleve encima, vale por lo que es en su conjunto. Un ejemplo de esto: de qué sirve sacar unas notas estupendas en una carrera como ésta, cuando esto no tiene por que ser sinónimo de ejercer una profesión igual de brillante. La vocación es lo que realmente te motivará a actuar de determinada manera, tus inquietudes por saber más son los que te motivarán a seguir actualizándote y a aprender, y tus ganas las que darán lo mejor de ti para lograr esa gran utopía de educar par ser. Quizás se te daba bien memorizar, hacer unos cuantos cálculos, pero eso no te asegura ser una buena educadora.


 


 

Me ha resultado extraño ver como tengo “tipos” que normalmente no parecen juntos (2, 1, 9, 7, , asociados, pero en realidad me identifico con muchos aspectos de ellos. Uno de mis mayores miedos cuando hablamos de “escucha activa” es que siempre he tendido a influir en la toma de decisiones, siempre he pensado que hay “cura” y que todo depende de “cambiar el chip” y de ¡querer hacerlo!, casi nunca he “topado fondo” porque soy demasiado positiva e intento que los problemas no se agranden y creo que al igual que lo puedo hacer yo, también lo pueden hacer los demás y quizás por esto mi actitud. Es verdad que me involucro mucho por mi rama ayudadora, muchas veces quizás sea demasiado, pero no paro hasta que siento que la situación ha mejorado o que he logrado que dicho problema de tal persona, en cierta medida, desaparezca.

* Si bien todos los tipos emplean límites del ego, los tipos Ocho, Nueve y Uno lo hacen por un

motivo particular: intentan usar su voluntad para influir en el mundo sin dejarse influir por él. Tratan de influir en su entorno, de rehacerlo, de controlarlo, de refrenarlo, sin que este influya en su sentido de identidad. Para decirlo de otro modo, estos tres tipos se resisten, de diferentes modos, a la influencia de la realidad.


 

El tipo Dos trata de obtener reacciones favorables dando a los demás su energía y atención. Busca reacciones positivas a sus gestos de amistad, ayuda y bondad con el fin de fortalecer su autoestima. El enfoque de sus sentimientos es hacia fuera, hacia los demás.


 

El siguiente párrafo me define casi a la perfección:

El grupo de actitud positiva está constituido por los tipos Nueve, Dos y Siete. Los tres reaccionan al conflicto y la dificultad adoptando, mientras les es posible, una «actitud positiva», reenmarcando la desilusión de alguna forma positiva. Desean subrayar los aspectos optimistas de la vida y mirar el lado luminoso de las cosas. Estos tipos son reforzadores de la moral o ánimo, que disfrutan ayudando a otras personas a sentirse bien porque desean continuar sintiéndose bien ellos («No tengo ningún problema»).

A estos tipos les cuesta encarar su lado oscuro; no quieren adentrarse en nada doloroso o

negativo de sí mismos. Además, según cual sea el tipo, cada uno tiene dificultad para equilibrar sus necesidades con las necesidades de los demás.


 


 

El siguiente párrafo también tiene ciertos aspectos con los que me identifico, aunque de este grupo sólo tenga puntuación alta en el 1:

El grupo de competencia está formado por los tipos Tres, Uno y Cinco. Estas personas han aprendido a hacer frente a la dificultad dejando de lado sus sentimientos personales y esforzándose por ser objetivas, eficaces y competentes. Dejan en segundo plano sus necesidades subjetivas y sus sentimientos e intentan resolver los problemas con lógica, y esperan que los demás hagan lo mismo.


 

Esto me ha hecho pensar que muchas veces, al enfrentar las cosas de manera positiva, dejo de lado el vivir mis sentimientos y pocas veces los saco a flote. No me gusta ser objetiva porque siento que mi punto de vista no tiene por que ser el mejor, que hay otros puntos también buenos, por ello cuando enfrento un problema intento ser lo suficientemente objetiva apara descartar esas “cosas” que creo pueden ser ilógicas y falsas quizás.


 

En cuanto alas alas no estoy muy de acuerdo con ello, según l que entiendo, si mi tipo es el 2 mis alas sería el 1 y el 3, lo cual supuestamente individualiza más mi personalidad, pero yo me identifico más con el 1 y 9 que con el 3.

En definitiva, me considero ayudadora, con una ala muy fuerte de pacificadora, entusiasta y reformadora.


 


 

Me resulta increíble ver como mi forma de ser tiene, por así decirlo, explicación, esta descrita. Aunque al principio me parecía que tenía aspectos de personalidades poco asociadas, poco a poco me voy dando cuenta que no es así, que mi personalidad, al igual que las de todos los demás, es única. Y como bien dice el Eneagrama, todos tenemos una parte común y me gusta saber que somo únicos por esos pequeños matices.


 

Algunas frases que me han gustado son las siguientes:


 


 

Si odias a una persona, odias algo de ella que forma parte de ti. Lo que no forma

parte de nosotros no nos molesta.

HERMÁN HESSE


 


 

La mayor felicidad es conocer la fuente de la infelicidad.

DOSTOIEVSKI


 

Jamás tendremos amigos si esperamos encontrarlos sin defectos.

THOMAS FULLER

Hoy habia 10 visitantes (21 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
 
   
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis