NECESIDAD DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA
Con todo lo que esta asignatura nos ha aportado, hemos reflexionado sobre la necesidad de la orientación educativa.
El panorama educativo actual cada día está más deteriorado, cuando oímos hablar de educación sólo destacan las palabras de fracaso escolar, absentismo, rebeldía… ¿cuándo dejaremos de lado estas palabras y oíremos éxito escolar y responsabilidad de los alumnos y de los profesores?
El actual panorama escolar y profesional requiere la implicación de muchos agentes en el ámbito. La implicación de los profesores debe ir más allá de la mera transmisión de contenidos académicos. Más vale formar a nuestros alumnos como personas que transmitirles unos contenidos que al cabo del tiempo dejarán de lado. Es decir, que debemos dar más fuerza al desarrollo integro de nuestros alumnos. Los profesores no son robots que transmiten información deben fomentar la importancia de valores para que los alumnos se desarrollen como personas que viven en sociedad.
Para esto, el primer paso debería ser que los propios profesionales sean conscientes de que su participación tiene que contribuir al desarrollo global de todos los estudiantes y que deberán tratar situaciones conflictivas que acompañan a cada uno de ellos. No sólo deben estar capacitados para dar información académica de la mejor forma, sino que deben recibir un asesoramiento que les ayude a educar a sus alumnos en su totalidad. Actualmente, cuando hablamos de educación, parece que nos olvidamos de que trabajamos con personas y que es fundamental la participación grupal de los distintos miembros educativos que favorecerán el desarollo, apredizaje y crecimiento de los diferentes alumnos.
Todos los modelos que hemos conocido son herramientas que deben tener en cuenta estos profesionales para actuar como agentes totalmente activos dentro de los procesos educativos con el fin de que se conviertan en procesos de calidad. Cada modelo puede ser una orientación o guía para la intervención de los profesionales, se pueden utilizar como tal con todas sus características o utilizarlos en conjunto como diversas aportaciones necesarias para nuestro propio modelo de orientación e intervención psicopedagógica. Siempre teniendo en cuenta que éste debe ajustarse a las características y contextos en el que nos encontremos en el momento en el que sea necesaria nuestra ayuda o actuación, es decir, no utilizaremos un modelo de programas cuando nuestro "cliente" pretenda encontrar el sentido de su vida, nuestra actuación en ese caso estará basado recomendablemente en el coaching.
